Las figuras que se encuentran en este texto, dan una idea de la forma en que se debería realizar el Manto de Luz protector.
El Manto Dorado, nos enseñan los Maestros, debemos realizarlo cada mañana cuando nos levantamos y a la noche, antes de dormir, como mínimo.
Este "Manto Protector" lo demandamos a nuestra Divina Presencia Yo Soy y ella con su Luz Dorada va envolviendo nuestro cuerpo, como lo muestra la figura.
Con nuestros brazos extendidos sentimos como la Luz de la Presencia Yo Soy fluye por la palma de las manos y la punta de los dedos formando este Manto Protector.
El Manto de Luz nos protege durante todo el día, excepto si cometemos un acto que dañe a otra parte de vida, objeto, la naturaleza o a nosotros mismos.
Cuando perdemos la Paz o perdemos el control de nuestros pensamientos, sentimientos, palabras o acción, es cuando nuestra atención deja de estar sobre la Perfección y se deposita sobre el error y en ese momento el Manto Protector se fisura. Si esto llega a ocurrir, es necesario reconstruir de inmediato el Manto Dorado.
Además debemos reparar el error e invocar la Llama Violeta para que nos ayude a Transmutar Causa y Efecto de ese error.
Si estamos bajo el Manto Dorado perfectamente realizado y sostenido NADA puede ocurrirnos, pues la Presencia Yo Soy es quien nos esta protegiendo dentro de esa esfera de Luz y, con esa certeza, con esa sabiduría, este Manto es invencible.
Al ejercitarnos en el Manto de Luz, permanecemos protegidos por la Presencia Yo Soy, podemos estar en profunda Paz, porque dentro de esta Luz Dorada estamos al abrigo de Dios.
Que la Paz los envuelva y el Manto Dorado los proteja.
Desde el Amor, su servidor y hermano en la Luz,
.
