La Gran Invocación, he aquí una explicación de cada invocación:
Yo Soy el punto de Luz en la mente de Dios,
irradiando luz a las mentes de los hombres;
Yo Soy luz en la Tierra.
La Luz es la Verdad que abre la mente hacia el propio yo-Dios, ayudándonos a
comprender que somos uno con la Fuente.
El descenso de la Luz permite que cada persona quede alineada con su alma.
Yo Soy el punto de Amor en el Corazón de Dios,
irradiando amor a los corazones de los hombres;
Yo Soy conectando energía crística a la Tierra.
Invoca a la apertura del corazón hacia la bondad y el entendimiento.
El Amor derramado en tu corazón te alinea con nuestro Yo Crístico.
Invoca la apertura personal hacia la frecuencia de la Unicidad o
Consciencia Crística.
Yo Soy siendo la Voluntad de Dios,
La Presencia Yo Soy es el propósito de los hombres;
El propósito que los Maestros conocen y sirven.
Alineado con la Voluntad Divina, te conviertes en un Instrumento Divino, logras
tu maestría y te alineas con tu Presencia Yo Soy; ese es "el propósito que
los Maestros conocen y sirven". Los "Maestros", se aplica a cada
persona que logra su maestría.
Desde el centro que llamamos humanidad,
Yo Soy uno con el Plan de Amor y de Luz;
Yo Soy venciendo toda oscuridad e ilusión del mal.
El plan divino se refiere a la ascensión. El sellar la puerta en donde mora
la maldad se refiere a la disolución del velo de la separación. Sólo un sentimiento
de separación experimenta la ilusión de la maldad. Disuelto el velo de la
separación, la ilusión quedará desterrada y el Plan funcionará.
Yo Soy Luz, Yo Soy Amor, y Yo Soy el Poder de Dios
irradiando en la Tierra.
Invoca la Verdad, Amor y Poder en despertar y el proceso de ascensión.
La ascensión comprende el “ir al cielo”, como la conexión con tu Ser
Superior, la elevación de conciencia, de tus obras y tu proceder; la liberación
de tu mente, la elevación de tu espíritu, del conocer tu propósito en la
Tierra.