Un Mantra para toda la Humanidad en los nuevos
tiempos
La Gran Invocación
proclama el destino y el Plan para la humanidad de la entrante Era de Acuario.
Es en sí una plegaria, una invocación, y un medio de alineamiento que
proporciona afluencia espiritual directa desde elevados planos hacia el mismo
corazón de la humanidad.
La Gran Invocación es una
herramienta dada a la raza humana para ser utilizada en la preparación de la
Segunda Venida del Espíritu Cristico.
Nadie puede trabajar con
esta Invocación o plegaria para la iluminación y el amor sin promover poderosos
cambios en las propias actitudes, intención de vida, carácter y metas. Tal es
el poder de este gran mantra que, cuando se lo emplea con regularidad y
esfuerzo persistente en penetrar hasta su más recóndito propósito y
significado, la propia vida experimenta un profundo cambio hacia una mayor
utilidad espiritual.
La Jerarquía Espiritual y La Gran Invocación
Ya no están centrados en
la conciencia individualizada sino que han accedido a un más amplio
reconocimiento de la vida grupal planetaria, la cual incluye todos los
estadios, desde el incipiente sentido de responsabilidad social del hombre o
mujer que da sus primeros pasos en el camino de la madurez espiritual, hasta el
inclusivo entendimiento del Cristo mismo.
Se conoce a los Maestros
como los "Custodios del Plan". El plan es la huella del Propósito
Divino, y es para todas las personas de cada rincón del planeta. Sólo puede ser
realizado a través de la humanidad, aunque la Jerarquía trabaja bajo
la ley espiritual y nunca ejerce presión o coerción sobre los seres humanos.
La libertad individual,
particularmente la libertad mental, nunca es infringida.
El Plan se cumple guiado
por el poder impulsor de la evolución misma. La Gran Invocación
fue difundida con el propósito de acelerar el desarrollo evolutivo humano. El
proceso se realizó en tres etapas, y cubrió un periodo de nueve años, los
cuales incluyeron el evento físico de la segunda fase de la Guerra Mundial.
Se nos enseña que "siete
antiquísimas palabras-símbolo" constituyen la nueva y completa afirmación
del Cristo, un enunciado para los próximos 2000 años. Por ello se cita a La Gran Invocación
como "el propio mantra del Cristo".
El origen de La Gran Invocación
La Guerra Mundial, que ya
por abril de 1945 estaba llegando a su fin, tuvo un profundo efecto sobre todo
el planeta. La guerra más superlativa de la historia del hombre causó
sufrimientos indecibles, pero también literalmente provocó un explosión en la
conciencia humana, abriendo sus cauces con violencia como resultado de la
destrucción de instituciones y hábitos de vida antiguos y caducos, y de formas
mentales cristalizadas que mantenían a la humanidad en la prisión de la
separatividad y el materialismo, particularmente desde los tiempos de la
Revolución Industrial.
El ESPEJISMO DE LA
SEPARATIVIDAD es solo eso UN ESPEJISMO creado por el EGO.
No somos distintos los
unos de los otros, para que los cambios de consciencia y disipación de esos
espejismos se manifiesten AQUI Y AHORA llegando a los corazones confundidos y a
las almas afligidas por el dolor, la respuesta es, ACCIÓN Y COMPASIÓN!
No existe raza, credo ni
COLOR frente a los ojos del AMOR y del UNIVERSO creador y su infinita Belleza,
Luz y Amor.
¿Para qué se invoca el retorno del Cristo?
El Cristo es la cabeza de
la Jerarquía Espiritual de nuestro planeta: "El Maestro de todos los
Maestros tanto de los ángeles como de los hombres". El Cristo pertenece a
toda la humanidad, y no sólo a las iglesias y credos religiosos del mundo.
Trabaja para todos, sin distinción de fe religiosa. No pertenece al mundo
cristiano más que al budista, judío, musulmán o hindú, está destinado al uso
tanto de personas de inclinación religiosa como de aquellos que no profesan
ningún credo.En realidad, el nombre "Cristo" es empleado en
El uso del nombre "Cristo" tal como aparece en
Se conoce al Cristo como el "Instructor Mundial", y es aquel gran Ser a quien los budistas conocen como Maitreya, y los musulmanes como el Iman Mahdi. Las palabras "Cristo" (del griego "CHRIO"-"UNGIR") y "Mesías" (del hebreo "MASHIAHH") remiten ambas al mismo significado: "el consagrado", "el ungido" o señalado como sagrado.
Esta definición apunta al rol de Cristo como AVATAR: mensajero divino que refleja el principio cósmico del Amor. Avatar es un evento o una corporización de un principio divino o cualidad superior que busca anclarse en
El Cristo será reconocido por los que posean la capacidad de responder, de alguna manera y en algún nivel, a la cualidad Crística, ya que, de acuerdo con la ley, LO SEMEJANTE ATRAE LO SEMEJANTE.
El Cristo trasmite la energía divina que estimulará su correspondiente principio en la humanidad, en la cual subyace profundamente oculto y latente. Todo aquél que busca las relaciones humanas correctas se verá automáticamente atraído hacia Él, pertenezca o no a una de las religiones del mundo. Los verdaderos seguidores de Cristo son los que aman a sus hermanos y no ven barreras entre la gente, ya que el mayor efecto de la reaparición de este Avatar será la estimulación del espíritu de inclusividad. Todos somos Uno en Dios.
Las energías del Cristo
El Cristo será reconocido
por todos aquellos en los que el principio Crístico, que es Amor, esté
despertando. No concierne a la humanidad el fijar el tiempo de Su reaparición,
ni esperar ninguna ayuda milagrosa o fenómeno inusual. El Cristo vendrá
inexorablemente cuando la paz haya
sido restaurada en alguna medida, cuando el principio de compartir esté al
menos en vías de controlar los asuntos económicos, y las instituciones
religiosas y grupos políticos hayan comenzado su proceso de limpieza. Si
realizamos correctamente nuestro trabajo, Él vendrá en el tiempo señalado.
Cómo, dónde o cuándo no es
nuestro problema. "Por tanto vosotros estad preparados, pues el Hijo del
Hombre vendrá a la hora que no penséis". (Mateo XXIV - 44)
Cada discípulo puede hacer
de su distribución, así como de su uso diario, una obligación y deber
primordiales, ya que esta Invocación puede ser usada con profundo efecto en
especial por aquéllos que han desarrollado el hábito de la meditación, y como
consecuencia poseen alguna habilidad de concentración mental e intensa
focalización. La contribución más significativa de los que ayudan a preparar el
camino de retorno del Cristo es enseñar a la humanidad a usar este mantra,
focalizando así la demanda invocativa de la raza humana.
¿Qué es La Gran Invocación ?
La Gran Invocación no es
un ejercicio de meditación. Es esencialmente una plegaria que sintetiza el más
elevado deseo, aspiración y demanda espiritual de la misma alma de la
humanidad. Este reconocimiento debe acompañar siempre su uso.
En la raza humana, el
cuarto reino, mediador entre la amplia gama y variedad de las vidas que
componen nuestro planeta Tierra, todas las vidas y aspectos del desarrollo
evolutivo tienen su punto de encuentro. En él, los reino subhumanos –mineral,
vegetal y animal– llegan a su culminación y los reinos super-humanos encuentran
su oportunidad, ya que a través del reino humano han pasado todas las vidas
suprahumanas (anteriores a lo humano) en su pasado desarrollo.
Toda vida progresa hacia
el estadio humano; se encuentra en la actualidad transitándolo, o lo ha
trascendido y dejado atrás. La uniformidad de experiencia que ello nos enseña
hace posible el arte de contacto con lo divino y la ciencia de la impresión.
Todo lo que vive sobre la
Tierra ha sido, es o será humano.
¿Dónde vencer el mal?
Los tres aspectos de las
potencias divinas de Mente, Amor y
Voluntad encuentran su asidero en la humanidad misma, "el centro que
llamamos la raza de los hombres". Aquí y sólo aquí yace la promesa del
futuro, ya que sólo aquí pueden las
cualidades divinas expresarse a sí mismas y cumplir su cometido.
Es sólo a través de la
humanidad, sola y sin asistencia (excepto por el Espíritu Divino que mora en
cada ser humano), que "la puerta donde se halla el mal" puede ser
sellada. No es Dios quien lo hace, ni es la Jerarquía quien fuerza
al mal a retroceder hacia el lugar donde se originó.
La Gran Invocación no se
refiere al mal generado en los niveles cósmicos, y por consiguiente fuera del
alcance del radio de redención del hombre, sino a aquél mal, al que se le
permite manifestarse como egoísmo humano, odio, separatividad y materialismo.
Es a la humanidad; quien
lucha, sufre y aspira, a quien se le ha encomendado la tarea de sellar la
puerta del mal. La responsabilidad que comparten los Maestros, los más hábiles
y entrenados en el uso de la
Invocación , consiste en focalizar y anclar las energías
invocadas de Luz, Amor y Poder en el reino humano. Desde ese punto, la
humanidad está capacitada para asumir la tarea.
La Gran Invocación hace referencia a los hombres
Puede aquí resultar
iluminadora una visita a ese libro tan oculto, el diccionario. En idioma
inglés, "MAN" (hombre) tiene su origen en la palabra sánscrita MANU,
que significa "ser humano", cuya raíz, "MAN", es el verbo "pensar".
"MAN" (hombre) tiene el significado de "entidad pensante",
o "el que piensa". Este es un punto altamente significativo que no se
asimila a la noción de género sexual, sino más bien a aquel aspecto que es
común a todos los miembros del reino humano, y que data a la humanidad con un
factor tan clave en la evolución,
La primera estrofa de La Gran Invocación
invoca a la Luz que se origina en la Mente de Dios, una luz que
busca un canal de entrada a nuestro planeta con el propósito de la redención de
la sustancia planetaria por medio de la intercesión de la mente humana. Es la
mente lo que constituye la base de la separación. Sin embargo, MANAS,
inteligencia creativa, es la llave del portal del quinto reino de la
naturaleza: la Jerarquía
o Reino de las Almas.
La mente es tanto un
factor de limitación y de separación como de contacto con reinos internos y
superiores. Es el registro de toda suerte de impresiones. La responsabilidad
fundamental de la humanidad es la de actuar como un gran agente de impresión,
de guía o imagen, en relación a los tres reinos sub-humanos de la naturaleza:
animal, vegetal y mineral.
El destino de la raza humana es ser el exponente,
el intérprete o representante de la
Mente de Dios. De allí la relación tan
cercana entre la primera estrofa, que invoca la LUZ que afluye desde la Mente de Dios, y la cuarta,
que invoca la restauración del Plan Divino sobre la Tierra a través del
esfuerzo cooperador de la humanidad. Es al rol del hombre como mediador y
redentor, a la entidad pensante y receptora de luz, a quien se dirige La Gran Invocación.
¿Qué es la "Raza de los hombres"?
"RAZA" en el
sentido en que se emplea en La Gran Invocación alude a un estadio evolutivo. La
raza de los hombres es uno de los tres centros planetarios: Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad. La íntima
relación entre estos tres centros permite una serie ininterrumpida de
impresiones, relacionando un centro con otro y desarrollando la Ciencia de
Invocación y Evocación. Shamballa, ciudad intraterrena, actúa como centro coronario –centro de recepción
y de dirección– de nuestro Logos planetario, la Jerarquía es el centro
cardíaco –centro de Amor inclusivo, cohesión y circulación de la energía
portadora de vida; y la
Humanidad constituye el centro laríngeo, el principal agente
creativo sobre nuestro planeta.
La característica
primordial de la raza humana en su actual etapa evolutiva es su capacidad para
desarrollar sensibilidad inteligente a la impresión. "La raza de los
hombres" incluye a aquellos que son sensitivos a la impresión originada
tanto en los niveles "superiores" como en los "inferiores"
al humano. A medida que la humanidad se vuelve experta en invocar la impresión
jerárquica, las civilizaciones y culturas creadas por el hombre van
incrementando su adherencia al Plan. Vemos una vez más emerger otra razón por
la cual se adjudica importancia al centro que llamamos la raza de los hombres,
y una indicación de la crisis de la humanidad, ya que el hombre ha llegado a un
punto tan avanzado de desarrollo y despertar intelectual que ya nada podrá detener
su progreso hacia el conocimiento, el cual podría ser usado irresponsablemente
o aplicado en forma egoísta si no se tomaran medidas de protección.
Las voluntades de los hombres
La voluntad personal es la
que busca sostener y apoyar en el ser humano la ilusión de la existencia
independiente y separada. La "pequeña" voluntad del yo inferior data
al hombre con el instinto de la autopreservación y autoafirmación. La voluntad
de la personalidad está gobernada por la mente inferior, analítica y apegada a
la forma, y el deseo es la contraparte emocional de esta voluntad.
Cuando la mente inferior
es puesta en contacto con el principio mental superior abstracto por intermedio
del puente en la conciencia, creado por la meditación y el servicio, la
voluntad humana se torna agente del Plan, demostrando tal dedicación para
servirlo a cualquier precio, que este Plan va siendo gradualmente comprendido.
Tan profunda es la energía de la voluntad pura que sólo un pensador coordinado
y consagrado es capaz de registrarla y dominarla, debido a que la voluntad
espiritual es una expresión de la
Ley del Sacrificio.
¿Cuándo se usa La Gran Invocación ?
La Gran Invocación tiene
un símbolo en los archivos de los Maestros que indica la era o período en la
historia humana durante el cual puede y debe ser empleada. Es una plegaria
grupal para toda la humanidad de la
Era de Acuario y por tanto puede ser usada como una invocación de la misma manera que como una
oración.
La humanidad ha alcanzado
un punto crítico en la evolución. La inteligencia humana está en la actualidad
tan profundamente despierta que se ha vuelto inevitable el progreso hacia áreas
de conocimiento cuyo uso incorrecto y aplicación egoísta pueden resultar
peligrosos si nada se hace por salvaguardar al hombre de sí mismo. Él debe ser instruido para ser capaz de
responder a valores más espirituales y elevados, de otra manera el estado
de integración en incremento de muchos millones de seres humanos será
simplemente dirigido, con mayor efectividad, hacia propósitos individualistas y
materialistas. El aspecto forma de la
manifestación –mente, emoción y cerebro– debe ser encauzado hacia sus
principios correspondientes: sabiduría, amor y propósito dirigido.
La responsabilidad de
implementar el Plan de Amor y de Luz sobre la Tierra le corresponde a la humanidad. Con
relación a ello se nos presenta la oportunidad de triángulos, una actividad
meditativa en la cual grupos de tres individuos se unen diariamente en
conciencia, pronunciando La
Gran Invocación y visualizando las energías de Luz y Buena
Voluntad irradiándose a través de toda la red planetaria de triángulos.
Esta red subjetiva
facilita las avenidas de ingreso por donde la Luz , el Amor y la Voluntad de Dios pueden
circular con intensidad creciente e incrementada vitalidad, promoviendo la
transformación de la vida humana y el establecimiento de una era de correctas
relaciones humanas.
Una palabra o palabras también
pueden proporcionar el "poder de corporización" para realidades
espirituales. Como dice la
Biblia , "Dios habló y los mundos fueron creados".
Tal es el potencial espiritual contenido en La Gran Invocación
cuando es empleada con exactitud, comprensión de su origen divino y la
cualidad del alma de la verdadera humildad.
Resumiendo:
LA GRAN INVOCACIÓN
Es un instrumento de
poder para ayudar a que tenga plena expresión el Plan de Dios en la Tierra.
Emplearla es un acto de servicio a la Humanidad y al Cristo. Expresa ciertas
verdades esenciales que todos los hombres aceptan innata y normalmente:
Que existe una inteligencia básica a quien damos el nombre de Dios.
Que existe un Plan Divino evolutivo en el universo cuyo poder motivador es el Amor.
Que una gran individualidad llamada el Cristo por los cristianos -el
Instructor del Mundo- vino a la Tierra y personificó ese amor para que
pudiéramos comprender que el amor y la inteligencia son efectos del propósito,
la voluntad y el Plan de Dios. Muchas religiones creen en un Instructor
Mundial, conocido con nombres tales como Maitreya, el Iman Mahdi y el Mesías.
Que únicamente a través de la humanidad puede llevarse a cabo el Plan
Divino.
Por medio de la
meditación, la plegaria y la invocación, las divinas energías pueden ser
liberadas y llevadas a la actividad.
Los hombres y mujeres de
buena voluntad de muchos credos y naciones pueden unirse en un servicio mundial
trayendo valor y fuerzas espirituales a un mundo atribulado. Tienen el poder de
afectar los acontecimientos mundiales a través de la invocación enfocada y
unida. El conocimiento de este hecho, científicamente aplicado, puede ser uno
de los grandes factores liberadores de la humanidad.
Nadie puede emplear esta
invocación o plegaria para evocar iluminación y amor sin causar poderosos
cambios en su propia vida, actitudes y propósitos. "Como un hombre piensa
en su corazón así es él" y eso atrae a su vida.
El efecto de la
Invocación y la plegaria individual en la demanda de Luz y Amor, se acrecienta inconmensurablemente
cuando existe un reconocimiento consciente y una relación mental diaria con
quienes pronuncian la Invocación cuantas veces deseen. El vínculo establecido
cada día a través de esta invocación mundial formará un triángulo iluminado. La
unión de la fuerza conjunta de individuos y grupos enfoca la potencia de esta
plegaria de tal modo que erige alrededor del globo terráqueo una red de luz y
amor que ayudará a detener las fuerzas del mal, al que se le permite
manifestarse como egoísmo humano, odio, separatividad, materialismo, y que invaden el
planeta.
La Gran
Invocación es una herramienta de muchos niveles para alinear al alma individual
con la Presencia del Yo Soy. Sus tres niveles operan en el ámbito de la Luz,
del Amor y de la Voluntad.
He aquí una
explicación de cada invocación:
Desde
el punto de Luz en la mente de Dios,
Que
afluya luz a las mentes de los hombres;
Que
la luz descienda a la Tierra.
La Luz de la
Verdad abre la mente hacia el propio yo-Dios. La búsqueda de la verdadera naturaleza
del hombre generalmente comienza con el cuestionamiento mental y este verso
invoca a la Verdad Divina para que inunde la mente, permitiéndonos comprender
que somos parte de la Fuente. El descenso de la Luz da como resultado que cada
persona quede alineada con su alma.
Desde
el punto de Amor en el Corazón de Dios,
Que
afluya amor a los corazones de los hombres;
Que
Cristo retorne a la Tierra.
Este verso
invoca la apertura del corazón hacia la compasión y el entendimiento. El Amor
derramado en tu corazón da por resultado tu alineación con nuestro Yo Crístico.
Y el retorno de Cristo a la Tierra invoca la apertura de cada uno de nosotros
hacia la banda de la Unicidad o Consciencia Crística.
Desde
el centro en donde la Voluntad de Dios es conocida,
Que
el propósito guíe a las pequeñas voluntades de los hombres;
El
propósito que los Maestros conocen y sirven.
Este verso
te abre a ser el Divino Siervo. Cuando tu voluntad está alineada con la
Voluntad Divina, te conviertes en un Instrumento Divino. Convertirte en un
Instrumento Divino es "el propósito que los Maestros conocen y
sirven". Los "Maestros" no están limitados a los Maestros
Ascendidos sino que se aplica a cada persona en la medida en que logra su
maestría. Lograr tu maestría te alinea con tu Presencia Yo Soy.
Desde
el centro que llamamos la raza de los hombres,
Que
se realice el Plan de Amor y de Luz
Y
que selle la puerta donde se halla el mal.
El plan de
Amor y de Luz se refiere a la ascensión. El sellar la puerta en donde mora la
maldad se refiere a la disolución del velo de la separación. Sólo mediante un
sentimiento de separación puede ser experimentada la ilusión de la maldad.
Cuando cada uno de nosotros haya disuelto el velo de la separación, la ilusión
quedará desterrada y el Plan funcionará.
Que
la Luz, el Amor y el Poder restablezcan el Plan Divino en la Tierra.
Es una
invocación final a la Verdad, al Amor y al Poder en el proceso de ascensión.