EJERCICIO DE LA LUZ
1º.- El primer paso hacia el control de uno mismo es aquietar toda actividad exterior, tanto de la mente como del cuerpo.
Dedica quince minutos antes de recogerte a dormir, y por la mañana, antes de comenzar tu día, para hacer el ejercicio siguiente que produce prodigios para todo el que se esfuerce en hacerlo.
2º.- El segundo paso es asegurarse de no ser perturbado, y después de haberse tranquilizado y estar muy quieto, visualizar y sentir el cuerpo envuelto en una Luz Blanca Radiante. Bajas el tubo de Luz y permaneces ahí sintiendo solamente la Luz.
En los primeros cinco minutos, mientras se visualiza esta imagen, sentir intensamente la conexión entre el Ser Exterior y el Magno Dios Interno. Enfoca la atención en el corazón, visualizándolo como un Sol Dorado que va brillando con más fuerza.
3º.- El tercer paso es el reconocimiento, diciendo:
"YO ACEPTO GOZOSO LA PLENITUD DE MI MAGNA PRESENCIA DE DIOS, EL CRISTO PURO".
Siente el gran brillo de la Luz e intensifícala en cada célula de tu cuerpo durante unos diez minutos más. Siente, imagina que cada átomo de tu cuerpo se llena de Luz y se va liberando de toda carga negativa.
Ahora cierra la meditación ordenando:
"YO SOY UN HIJO DE LA LUZ
YO AMO LA LUZ,
YO VIVO EN LA LUZ,
YO SOY PROTEGIDO, ILUMINADO,
PROVISTO Y MANTENIDO POR LA LUZ
Y YO BENDIGO LA LUZ".
Recuerda siempre que: "Uno se convierte, se transforma en aquello que medita", y puesto que de la Luz salimos, la Luz es suprema perfección y el control de todas las cosas.
Con Amor Incondicional,
Germain
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