El Camino Medio
1. Para el que quiere alcanzar la Iluminación, hay dos extremos
que tienen que ser evitados. Uno es dejarse arrastrar por los deseos del
cuerpo. El segundo es la vida ascética que tortura el alma y el cuerpo sin razón.
El camino noble está entre estas dos vidas extremas; abre los ojos del alma a
la verdad, da Sabiduría y conduce a la Iluminación.
¿Cómo es esta vida del Camino Medio? Visión correcta, Aspiraciones
correctas, Palabras correctas, Conducta correcta, Esfuerzo correcto, Conciencia
correcta, Concentración correcta. Son estos los ocho caminos.
Como ya se ha explicado, todas las cosas aparecen y desaparecen
debido a las circunstancias y a las causas. El ignorante juzga la vida según el
principio de la existencia y la no-existencia de la vida, sin embargo el hombre
sabio está por encima de estas ideas. Este es el mirar del Camino Medio o la
Visión correcta.
2. Supongamos que un tronco de árbol viene arrastrado por la
corriente. Si ese tronco no se acerca a ninguna de las orillas y se mantiene en
medio de la corriente, no se hunde ni sube a tierra, no es cogido por el hombre
ni es cogido por un remolino, ni tampoco se pudre dentro de las aguas, con
seguridad este tronco llegará al final hasta el océano. Como en esta parábola el
que sigue el Camino Medio abandona el cuerpo a la corriente estando por encima
de la idea de lo interno y lo externo, de lo bueno y lo malo, lo correcto y lo erróneo,
y por encima de la idea de la Iluminación y de la inquietud.
Lo más importante para el que busca el camino de la Iluminación es
seguir este Camino Medio, sin inclinarse a ninguno de los extremos.
Hay que estar libre de todas las cosas, sin pensar en que uno está
haciendo el bien, y sin sentir apego por las cosas al saber que nada nace ni
muere, y que todo pasa como un sueño.
Estar libre es no asir, no adherirse. El que busca el camino no teme
a la muerte ni tampoco desea la vida. No va en pos de ninguna forma de las
cosas.
Cuando el hombre siente apego, enseguida comienza una vida de incertidumbre.
El que sigue la senda de la Iluminación no debe tomar, permanecer, ni apegarse
a las cosas.
3. La Iluminación en sí tampoco tiene esencia, por eso, en
realidad, no existe.
La Iluminación existe porque existe la ilusión y la ignorancia. Si
desaparece la ignorancia también desaparecerá la Iluminación. No existe la Iluminación
sin lo ilusorio y no existe lo ilusorio sin la Iluminación.
La existencia misma de la Iluminación viene a ser un obstáculo. Se
alumbra porque existe la oscuridad; si la oscuridad dejara de existir tampoco habría
alumbramiento. Dejan de existir juntamente lo que alumbra y lo que es
alumbrado.
El que en verdad busca la Iluminación, una vez iluminado, no
permanece en ese estado, puesto que la existencia de la Iluminación significa todavía
la existencia de la ignorancia.
Al alcanzar este estado, todo es Iluminación aun en medio de los obstáculos.
La oscuridad es a su vez luz. Hay que alcanzar tal estado de Iluminación que
hasta las pasiones mundanas sean en sí Iluminación.
4. “Sunyata” es la no-existencia de las diferencias, la igualdad
de las cosas. Esto es porque todas las cosas en sí no tienen esencia, y como ya
se ha explicado, no tienen forma real, no nacen ni mueren; es algo que no puede
ser explicado con palabras. Por eso se le llama “Sunyata” que significa “el
vacío que lo llena todo”.
Todas las cosas existen y dejan de existir por una serie de causas
y condiciones. Por ello, nada existe completamente solo, todo tiene su ser en relación
con alguna otra cosa.
Es como la relación de la luz y la sombra, el largo y el corto, el
blanco y negro. La esencia de algo no puede existir por sí sola, y porque no
puede existir por sí sola no tiene sustancia propia.
Por lo mismo, no existe la ignorancia sin la Iluminación y la Iluminación
sin la ignorancia. Puesto que estos dos conceptos no son diferentes en su
naturaleza, tampoco puede existir una dualidad.
5. Los hombres piensan en la aparición y en la desaparición de las
cosas, pero ya que no existe el nacimiento tampoco existe la muerte.
Al lograr ver la realidad del mundo, despiertan en la única verdad
que no existe la vida ni la muerte para las cosas.
Porque los hombres piensan que existe el “yo” sienten apego a lo “mío”,
pero no puede haber nada “mío" ya que no existe en realidad el “yo”. Al
conocer la no existencia del “yo” y lo “mío”, se llega a realizar la verdad de
la no-dualidad.
Los hombres hacen la distinción de lo puro y lo impuro, sin
embargo la naturaleza de las cosas no es pura ni impura. Ambos son productos de
la mente del hombre.
Los hombres piensan que el bien y el mal son en sí diferentes y
hacen una distinción entre ellos. Sin embargo la verdad es que no existen ni el
bien ni el mal. El que ha entrado en el camino de la Iluminación sabe que no
existe la distinción y ha despertado en esta única verdad.
Los hombres temen la desgracia y desean la felicidad. Pero al
observar con los ojos de la Sabiduría, se dan cuenta que el mismo estado de
desgracia misma es felicidad, y al saber que no existe la ignorancia que priva
la libertad de alma y cuerpo, y que tampoco existe la verdadera libertad, llega
el hombre a alcanzar la única verdad.
Por ello, no es que exista la contraposición entre la existencia y
la no-existencia, entre la ignorancia y la Iluminación, entre la realidad y la
no realidad. No es posible decir, demostrar, ni distinguir su verdadera forma.
Es menester librarse de las palabras y de los pensamientos humanos y cuando el
hombre llegue a ese estado podrá por fin despertar en la verdadera Sunyata.
6. Así como la flor de loto no florece en las altas montañas de
aires puros, sino más bien en el sucio lodo, la Iluminación no existe sin la
ignorancia. Esta ignorancia misma viene a ser la semilla de la Iluminación.
Como no se consiguen tesoros incalculables sin sumergirse hasta el
fondo del mar, así quien no se sumerge en el mar de la ignorancia no alcanzará
la joya de la Iluminación. Sólo después de haberse sentido perdido en las
quebradas de las montañas de los egoísmos, el hombre podrá desear de ir en búsqueda
del camino que lo llevará a la Iluminación.
Según la leyenda, un anacoreta tenía un deseo tan grande de
encontrar el verdadero camino que subió a un monte cubierto de espadas y se
tiró al fuego. Antes de convertirse el mismo en llama, sintió una frescura
dentro de sí. Puesto que la ignorancia es a su vez Iluminación, en la montaña
cubierta de espadas de orgullo y avaricia y aun en el gran fuego del odio sopla
el viento fresco de la Iluminación.
7. La Enseñanza de Buda consiste en estar libre de dos cosas
contrapuestas y conseguir la no-dualidad. Por ello quien elige uno de los dos
extremos y se apega a él, aun siendo esto el bien o lo correcto, comete un
error.
Quien siente apego por el “yo” se equivoca y nunca podrá librarse
de los sufrimientos. Sin embargo, considerar que no existe el “yo” es también
erróneo, y no será de ninguna utilidad la práctica del camino de la verdad. Por
lo mismo, también son ideas erróneas pensar que todas las cosas son mutables,
así como lo es pensar que no lo son. También es erróneo decir que todo es
sufrimiento, como lo es el decir que todo es placer. La Enseñanza de Buda es el
Camino Medio que trasciende y unifica estos dos extremos.
Dijo Jesús:
Mi alma ahora está turbada. ¿Y qué diré: "Padre, líbrame de
esta hora"? ¡Si para eso he llegado a esta hora!
Juan 12.27
Tomás le dijo: "Maestro, ¿Cómo vamos a conocer el Camino?".
Jesús le respondió: "Yo Soy, es el Camino, la Verdad y la
Vida. Si ustedes se conocen, conocerán también al Padre.
Juan 14.5-7
Yo Soy, es el Alfa y la Omega, dice Dios, el que es, el que era y
el que viene, el Todopoderoso.
Apocalipsis 1.8
Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo y no vuelven a
él sin haber empapado la tierra, sin haberla fecundado y hecho germinar, para
que dé la semilla al sembrador y el pan al que come, así sucede con la palabra
que sale de mi boca: ella no vuelve a mí estéril, sino que realiza todo lo que
yo quiero y cumple la misión que yo le encomendé.
Isaías 55. 10-11