Ser consciente Es estar vivo

Ser consciente es estar vivo

Su vida actual, el lugar donde está, es el resultado de las decisiones que tomó en el pasado. La gente experimenta resultados en función de lo que hace o deja de hacer. Usted está exactamente donde debe estar, exactamente donde decidió estar.
Al fin y al cabo, usted es el que tomó las decisiones. Y por muy poco atractivo que parezca, es mucho mejor ser responsable de su situación que una víctima sin opción.

En este camino que es la vida, debemos aprender que siempre se tiene una opción. Quizá no siempre me gusten las opciones, pero siempre puedo elegir.
Hay quienes se ven como víctima de los vientos y de las mareas de la vida; un pequeño velero intentando mantenerse a flote, explicando lo inexplicable en función del azar, y esperando la gran oportunidad de su vida para que todo fuera diferente.
Nada en la vida cambia a menos que uno mismo cambie.

El problema de la mayoría de las personas es que no piensan. No pueden entender por qué sus vidas no cambian, siendo que ellos NO hacen nada para cambiar su vida. Hacen lo mismo constantemente, piensan lo mismo y reaccionan de la misma manera una y otra vez. ¡Y luego se preguntan por qué siguen obteniendo los mismos resultados! Para triunfar, se debe aprender a ir más allá de lo normal.

Otros planifican su éxito, o planifican su fracaso; de cualquiera de las dos maneras, usted es quien ejerce el control. No tener un plan es un plan en sí mismo; no muy bueno, pero un plan al fin. Usted controla la decisión de no ejercer el control. Tener expectativas respecto de lo que deben hacer los demás para que usted tenga éxito equivale a poner inconscientemente su destino en manos de otros.

Lo hace siempre; esto es lo que le enseñaron. Y lo aprendió tan bien que es automático. El éxito es algo que se experimenta de manera consciente. ¡Si usted quiere tener éxito, primero debe asumir el control de su vida!

En el desarrollo del hombre, un principio es verdad, hasta que deja de serlo. Abra su mente a las posibilidades. El éxito no está en lo que hacemos, sino en lo que vemos. Los triunfadores ven las cosas de manera distinta que la mayoría de la gente. Crean su propia realidad.

Cada hecho es tanto positivo como negativo: bueno y malo. Nada de lo que ocurre en este mundo es enteramente positivo ni enteramente negativo. Siempre es ambas cosas a la vez, y usted escoge qué lado ver. La mayoría de las veces, las personas exitosas deciden ver el lado positivo.

Para ellos, todas las personas y las cosas conspiran para hacerlos triunfar. Es un plan divino que se despliega. Ven cómo todo lo que sucede los prepara y los acerca de manera natural a sus sueños de éxito. Si usted ve las cosas de una sola manera, tal como ha sido programado, no tiene la posibilidad de elegir. La vida, su vida, su realidad, presenta infinidad de elecciones. Conozca la verdad y la «verdad lo liberará».

Las personas exitosas funcionan en un plano de conciencia más elevado que la mayoría de la gente. Tienen más conciencia de las cosas; las «ven» de otra manera. Debido a ello, incrementan el campo de atracción que las rodea y atraen hacía sí la experiencia de vida en la que se concentran. Lo que ellos quieren acude a su encuentro, a pesar de que parezca todo lo contrario.

Para los que no saben, estas personas parecen tener mucha suerte: todo lo que tocan se convierte en oro. Identificamos a estas personas cuando las vemos porque presentimos que tienen algo especial. Lo que percibimos es que el campo de atracción de esta gente ha sido ampliado hasta el punto en que es mayor que el de aquellos que la rodean, y que la persona «se destaca entre la multitud».

Cuando la gente o las cosas provocan en usted una respuesta emocional negativa, es porque han tocado algo que usted ya cree cierto. Los sentimientos de dolor, inseguridad, ofensa, inferioridad, son el resultado de que los demás expresen lo que usted ya teme y cree que es verdad. Nadie nos hace sentir nada. Nosotros, mediante nuestras creencias, controlamos completamente lo que sentimos. Nadie puede hacernos sentir nada sin nuestro permiso.

Si alguien habla de usted y eso le duele, no es la otra persona la que lo lastima, sino usted mismo. Asumir la responsabilidad por las propias emociones es el primer gran paso hacia el despertar. Cuando se sienta de cierta manera respecto de algo o alguien, inmediatamente debe mirarse en el espejo y preguntarse por qué.

La verdadera espiritualidad consiste simplemente en saber qué estamos haciendo y por qué, en el momento en que lo hacemos. De allí deriva el crecimiento. De allí deriva la conquista del ego para que usted no tenga que vivir más en esa confusión vertiginosa, insegura y poco gratificante que la gente llama hoy, vida. Una vez que supera ese obstáculo, el camino al éxito resulta más fácil.

La peor enfermedad que afecta a la humanidad es el sueño consciente. No saber por qué se siente uno como se siente, no saber por qué hace lo que hace –en definitiva, no saber quién es- es la enfermedad del sueño consciente.
Despertar a las respuestas a estas preguntas es la decisión de cambiar una vida de autómata o robot por una vida de conciencia, la decisión de cambiar una vida de escasez por una vida de abundancia.

Todo lo que desee saber sobre su prójimo, sobre el mundo, sobre el universo y sobre el éxito lo descubrirá cuando finalmente tenga este conocimiento sobre usted mismo. Eso es lo que significa ser consciente. Eso es lo que significa estar despierto. ¡Eso es lo que significa estar vivo!

A menos que usted sea consciente de lo que hace, no puede cambiarlo. ¡Ser consciente es estar vivo! ¡Hay que pensar! ¡No se puede ir por la vida en piloto automático con el rumbo equivocado y llegar al destino correcto.


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