Del Evangelio Esenio. Orar al Padre Celestial y a la Madre Terrenal


Del Evangelio Esenio
Orar al Padre Celestial y a la Madre Terrenal


Dice Jesús:
“Y orad todos los días a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal, para que vuestra alma se vuelva tan perfecta como el santo espíritu de vuestro Padre Celestial, y para que vuestro cuerpo se vuelva tan perfecto como el cuerpo de vuestra Madre Terrenal. Pues si entendéis, sentís y cumplís los mandamientos, entonces todo cuanto pidáis a vuestro Padre Celestial y a vuestra Madre Terrenal os será concedido. Porque la sabiduría, el amor y el poder de Dios están por encima de todo”.


“Orad, por tanto, del siguiente modo a vuestro Padre Celestial:

‘Padre nuestro que estás en los cielos, bendito sea Tu Nombre. Venga a nosotros Tu Reino. Hágase Tu Voluntad como en los cielos así en la tierra. El pan nuestro de cada día dánosle hoy. Y perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos conduzcas a la tentación sino líbranos del Maligno. Pues tuyo es el reino, el poder y la gloria por siempre. Amen


“Y orad del siguiente modo a vuestra Madre Terrenal:

‘Madre nuestra que estás en la tierra, bendito sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino y hágase tu voluntad en nosotros así como en ti se hace. Igual que envía cada día a tus ángeles, envíalos también a nosotros. Perdónanos nuestros pecados, porque todos los expiamos en ti. No nos conduzcas a la enfermedad sino líbranos del mal, pues tuya es la tierra, el cuerpo y la salud. Amén.’’

Y todos rezaron junto a Jesús al Padre Celestial y a la Madre Terrenal.