La Oración desde los Salmos

La Oración

La oración es un dialogo interno con algo superior. Una comunicación con tu Dios Interior.
A lo largo de los siglos se han rezado los Salmos que colecciono el Rey David, mal traducidos, y muchos cargados de odiosidad y con agregados para crear el temor.

Aun así, siguen siendo hermosos si te quedas con la bondad que hay en ellos y que es el verdadero reflejo de DIOS.

Cada uno hace su oración, su comunicación con el Padre, Dios o como quieras llamar a esa Llama Divina que te alimenta y te sostiene en cada respiración.

Aquí, entre las líneas de los salmos, encontramos la Sabiduría que siempre nos debieron mostrar desde pequeños. Que sea un buen comienzo para que comiences a sanar de tus nadas, de tus caprichos, de tus turbulencias.

Aquí hay un sendero que lleva a esa sabiduría.
Los títulos no son lo importante, son más bien una pausa, un click de atención.


LA GRANDEZA DE DIOS Y LA DIGNIDAD DEL HOMBRE
Dios Nuestro,
quiero adorar tu majestad sobre el cielo:
con la alabanza de los niños y de los más pequeños.

Al ver el cielo, obra de tus manos,
la luna y la estrellas que has creado:
¿qué es el hombre para que pienses en él,
el ser humano para que lo cuides?

Lo proteges con tus ángeles,
lo coronaste de gloria y esplendor;
le diste dominio sobre la obra de tus manos,
¡Qué admirable es Nuestro Dios, en toda la tierra!

Te doy gracias, Padre, de todo corazón
y bendigo cada día todas tus maravillas.


QUIERO AMARTE DIOS ETERNAMENTE
Padre, ¿quién llegará hasta Tú Trono?
¿Quién caminará en Tú suelo sagrado?

El que reconoce Tú Presencia en los demás,
el que dice la verdad de su corazón.
El que no hace mal a ninguno.
El que procede así, nunca fallará.


DIOS, LA FELICIDAD DE SUS AMIGOS
Cuando mi corazón se llenó de rabia,
y mis ojos se han vuelto altaneros.
Cuando a mis aspiraciones he renunciado,
Y a otros culpe por mis fracasos.

Sólo Dios, me hace vencer a mis enemigos.

Como un niño tranquilo en brazos de su madre,
así está mi alma dentro de mí, desde ahora y para siempre.


DIOS, CAMINO A LA LIBERTAD
Dios: "Tú, eres mi bien, no hay nada superior a ti".
Protégeme, Dios mío, porque TÙ eres mi refugio.

Ellos, en cambio, dicen a los poderosos de la tierra:
"Ustedes me protegen, me dan toda mi alegría".
Confían en su poder y se multiplican sus mentiras.

"Escucha, hijo mío, yo te hablo; YO SOY DIOS”.
No te acuso por tus errores: pero, cumple tus votos al Altísimo.

Háblame Dios y te escuchare.
¡Hasta de noche me instruye mi conciencia!
Bendigo a Dios que me aconseja.

Tengo siempre presente a Dios: ÈL está a mi lado, nunca dudaré.
Por eso mi corazón se alegra, y mi Ser descansa seguro.

Conoceré el camino de la Vida,
Encontrare la Libertad en tu Presencia.


YO SOY LA VERDAD Y LA VIDA
Presencia de Dios, Tú eres soberano,
Presencia YO SOY, despeja mis caminos,
haz que Tú Luz y todo Tú poder
iluminen mi alma aquí y ahora.

¡Dame la maestría de la Victoria,
como relámpago azul desciende,
para que la perfección y su gloria resplandezcan
y la Tierra trascienda!
Amén

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