Dios está dentro de ustedes, de cada uno de ustedes
Jesús mostró eso en este mundo, Jesús vino a este mundo a mostrar que sois dioses. Encontró el camino, despertó el Dios que hay en él. Y dijo: “el Padre y yo somos uno”.
E incluso se proclamó a si mismo Dios. Y mostró que desde ser el hijo del hombre, como se llamaba a si mismo, podía ser Dios, podía llegar a empoderarse de esta energía de amor incondicional de poder por sobre todas las cosas.
Y como hizo esto Jesús, ¿orando sentado en un monte? No, lo hizo a través de la contemplación de la vida, a través de contemplación de la continuidad de la vida. Se sentaba por largas horas a observar el mundo, a observar la naturaleza, a observar la vida en sí. Así entró en esta conexión con su espíritu y trató de transmitir esto a otros. Mostró que hay vida más allá de la muerte física.
¿Solo él podía hacerlo? No, repitió hasta el cansancio que era hijo del hombre y aún así era Dios. Todos sois hijos del hombre y de Dios.
¿Era especial porque lo hizo? Su única especialidad era su gran amor por la vida y su gran deseo de conocimiento y despertar, eso lo llevó a reencontrase con el Dios que había olvidado en su interior. Y todos ustedes pueden hacer eso, todos podéis entrar en esta conexión.
Observar y sentir que la vida no es solo levantarse en la mañana y hacer cosas para subsistir o sobrevivir, y luego acostarse por la noche, y así continuar todos los días. Eso es lo que los ha tenido atados a este mundo, vida tras vida. Porque morías con odios, con envidias, con rencores, con celos. Mueres angustiado, y lleno de temor.
¿Y qué es lo que tu alma está sintiendo? Porque lo único que queda de las vidas que habéis tenido son los sentimientos. Eso es lo queda marcado en el alma. Entonces, cuando mueres y tus sentimientos son esos, de miedos, de celos, rabias, ira y tanta cosa más, aunque sea uno solo de ellos, uno que tengas al morir, te trae de vuelta a este mundo. Uno, y el más común es el miedo.
Entonces el alma vuelve a este plano hasta que queda satisfecha de vivir, de sentir esas emociones. Y cuando está satisfecha entonces encuentra la puerta para salir a otro tipo de experiencias o manifestaciones de vida.
Y todos podéis encontrar la puerta, tenéis que aceptar quienes sois, tenéis que aceptar la divinidad que hay en cada uno.
Muchos dicen: “No, es que yo no puedo pensar siquiera en Dios porque no se que voy a comer mañana, estoy muy preocupado porque no tengo trabajo o estoy muy preocupado porque si no me pueden despedirán el trabajo y que voy hacer”.
Otro dice: “Cuando tenga suficiente dinero, entonces me voy a ir a la montaña a pensar en el Dios que hay en mi porque ahí no voy a tener ningún problema, voy a tener mucho dinero para comer y para mi familia y todo eso».
Y no necesitáis nada de eso, porque cuando descubres el Dios que hay en ti y logras despertar esto, la vida es mágica, una sincronía perfecta y comienza a darse todo en tu vida, es cosa que tu tengas tiempo en tu vida para pensar en el Dios que hay en ti. La vida va moviéndose sincrónicamente.
Ahora, como la vida es sentimiento, como la vida es sentir, ¿que tenéis que hacer si deseas algo?
Tienes que sentir tu deseo. Por ejemplo, quieres tener mucho dinero, entonces siente como siente un rico. El abraza el sentimiento de ser lo que quiere ser, no en la cabeza, siente la emoción exactamente como si fuera una verdad.
Abrazar el sentimiento es lo que hace que la vida y el universo traigan a tu vida aquello que va a provocar ese sentimiento.
No debéis pensar en el dinero que va a comprar tu plato de comida, mejor piensa en la comida.
Entonces, todo en la vida es sentir. Y si queréis salir de acá tenéis que empezar a gozar de vida. Y tenéis que a aceptar que todo el producto de tu existencia es tu responsabilidad, tu has creado tu dolor, tu has creado tu sufrimiento, tu has creado tus alegrías, tu has creado el trabajo que tienes. Si está descontento con su esposo o su esposa, usted los ha llamado y tiene este esposo y esta esposa. Si sus hijos abusan de usted, usted ha creado eso. La responsabilidad, la aceptación de la responsabilidad de su vida es el gran paso para entrar en este gozo y en esta felicidad, en esta dicha.
Entonces, lo primero que tienes que hacer es preguntarte que es lo que esta incomodo en tu vida. Y luego preguntarte por qué has creado eso. Y puedes hacerlo en un segundo. Solo tienes que desear y hacer.
Puedes dejar de sufrir, si no le das fuerza a tus pensamientos que te llevan a sufrir, si dejas de preocuparte por lo que va a pasar mañana o lo que pasó ayer y te sitúas en este momento presente, entonces vas a comenzar a soltar las cadenas que te mantienen sufriendo en el dolor y en la incapacidad de mover tu vida para hacer algo por ti.
Todo el poder esta en el interior. No esta en seguir a otros. No está en reuniones o sectas o dogmas o servicios religiosos. El poder esta en tu interior, nadie puede guiarte solo tu puedes guiarte a ti mismo.
Tienes un Dios dentro de ti, permítele hablarte, sigue tu voz interior porque esta voz es la que va a llevarte hasta la felicidad y la expansión de tu conciencia y por ende hasta la libertad.